viernes, 22 de enero de 2010

Natalicio

Un paréntesis festivo

Felicitaciones querido amigo de cadenas compartidas y menú para buitres canadienses. Que los años venideros sean menos grises que los ya vividos, que se aburra la rutina de partirte los cojones, que se muera la desdicha de los tiempos difíciles, que se ablande la vida que es más dura cuesta arriba.

Que no te tienten a negociar los elixires sagrados de la imaginación por salidas fáciles o promesas de virtudes, que no te paguen la mudanza a la fábrica de los autómatas, que no te roben el humor, que no te cambien la ironía por sumisión.

Acuérdate de vivir por las nubes algunos días, de escupirle en las mascaras a la gente, de degollar con la lengua a quien se lo merezca, de juntar palabras para deshacer imperios. Tomate unas vacaciones en la biblioteca de babel, naufraga por las rimas de otros profetas, no mueras en vida, pinta siempre la verdad que es la mejor de las mentiras.

Finalmente, hermano de soledad, absuélveme horrores ortográficos, perdona inexperiencias, desviate algunas noches por el mar, escapa del computador, fúmate un cigarrillo tejiendo historias cotidianas, festeja tu natalicio que la vida comienza cada mañana.

jueves, 21 de enero de 2010

Te arrepentirás

Te arrepentirás de creerte tan fuerte y poderoso, cuando un sólo suspiro de este planeta podría esfumarte para siempre y convertirte sólo en recuerdos.
Te arrepentirás de sentirte inbatible, cuando no eres más que un conjunto de viejos millonarios que sólo tratan de hacer más dinero, a expensas de gente que ni siquiera conoces, y dices tan bien conocer.
Te arrepentirás de confiarte tanto en lo que dicen tus colegas, quienes sólo saben ver números y nada más, igual que tú.
Te arrepentirás de ser tan hipócrita con el mundo entero, porque algún día se descubrirán tus verdades, y porque algún día alguien te va a desnudar.
Te arrepentirás de la forma como tratas a gente que, estúpidamente, confía tanto en ti.
Te arrepentirás de engañar a países enteros, con "novedosas culturas organizacionales" y más mierdas que ni sé.
Te arrepentirás de contratar gente diciendo que tienen que tener valores, para luego desecharlos como si nunca los hubieran tenido, tildándolos de ladrones.
Te arrepentirás de pedir lo que no das.
Te arrepentirás de abandonar a los que sacan cara por ti.
Y por último, te arrepentirás de despedir escritores, porque, quién sabe, algún día tengan la oportunidad dorada de hablar o redactar sobre ti, y entonces no habrá dinero que pare tu caída, y no habrá nada que detenga a los ojos del mundo, los cuales comenzarán a mirarte de manera diferente. Ojala que te duela.

domingo, 10 de enero de 2010

Se acabó

Llegó la hora en que te cuestan los errores de otros y algo tan simple como un visto, ni si quiera una firma, sólo un visto, tu sello mal puesto, y una estupidez de tu compañera, cierra el ciclo y rompe las cadenas de Prometeo, dejándolo herido de muerte en el desierto del 2010, a la vera de otros buitres que le van siguiendo los pasos. Llego la hora en que te citan para una última palabra, ese día frente al pelotón de fusilamiento, Giancarlo Távara habría de recordar la mañana en que firmó un contrato en la misma oficina donde ahora lo estaban renunciando. A patadas le han regalado a mi alma su libertad, a mis bolsillos angustia, a los lápices motivos y a la nostalgia excusas; por fin te acabaron muchacho, un ciclo que nunca te atreviste a acabar. Y luego los abrazos, los mejores deseos, las lamentaciones, maldita la suerte, maldito su descuido, es el destino que a veces se disfraza de lagrima para mostrarnos el verdadero camino.

Y llovía mucho corazón, y tampoco había tantas ganas de vivir, más bien de ausentarse, de llegar tarde por última vez, de inventar una última excusa; total, la carta ya estaba redactada, solo faltaba mi firma, un mero procedimiento, solo faltaba que te regodees en mi cadáver y yo inseguro de que mueca debía mostrar. Y fue un viernes cualquiera, que no esperabas empiece así, un viernes con diluvio universal, más gris de lo acostumbrado, con olor a naftalina, con la piel acartonada, ojeroso, cansado, un viernes fatalista, fácilmente un viernes 13.

Por las noches en mi almohada ya no sé si me has dejado al borde de la banca rota, o si me adelantaste el regalo de cumpleaños, solo sé que las cosas acaban, que a veces el azar es más fuerte que la voluntad, que la vida te empuja cuando no quieres saltar, que por su boca no muere siempre el pez, que el agua pasa sin retorno por el río, que no volveré a ser caja 3, que ese dinero nunca fue mío.

viernes, 1 de enero de 2010

Para SBP

Feliz año nuevo, feliz navidad! qué más te puedo decir??? digamos que para ti no soy más que un insecto aunque tú siempre digas que soy importante. Yo sí pienso que lo soy, si trato mal a Don Fortunato Dinerino seguramente perderás mucho dinero, y si muchos cajeros pensaran como yo hasta el banco podría quebrar. El caso es que por un lado dices que soy importante, pero por el otro me desprecias como a un gusano aplastado en carretera, casi invisible ante tus ojos de Gulliver.

A quién creerle?, a tus afiches?, a lo que dice el Intranet?, a lo que dice el gerente general?, o a lo que veo cada vez que quiero hacer lo que mi corazón manda y me encuentro con apocalípticas normativas?, de todas maneras te deseo lo mejor para este año 2010. Que tus utilidades sigan aumentando, que los vouchers se sigan reduciendo. Que los jefes sigan ascendiendo y los nuevos sigan jodiendo. Un abrazo fuerte aunque no tengas algo que lata como lo tengo yo.